Relojes Elka están equipados con cristal de zafiro de caja Chevé. El diseño de esta forma es relativamente complicado, ya que la dureza del zafiro es de 2000 HV, lo que probablemente lo convierte en el material más duro justo después del diamante. La elección de este tipo de forma era imprescindible para retomar los códigos de los años 60, una época en la que los cristales de los relojes se hacían de Hezalite/Plexiglás, por lo tanto, fácilmente moldeables en un molde. Los cristales tenían formas elegantes, estaban curvados. La ventaja era la maleabilidad de este material no duro que permitía hacer muchas cosas. Hoy en día estamos acostumbrados a relojes resistentes a los arañazos, de ahí la necesidad de usar zafiro. Sin embargo, el proceso es más complicado, requiriendo herramientas de diamante para poder mecanizar el material y “esculpirlo” para darle este aspecto visual de antaño. La gran ventaja de esta forma es una apertura generosa en la esfera y un aspecto delgado del reloj.
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