El Couture Show de este año en Las Vegas vibraba con innovación, diseño y herencia — ese tipo de energía que te hace sentir como si estuvieras en la encrucijada del tiempo y la creatividad.
Tuve el placer de asistir a mi primera visita del Couture Show junto a mi colega, Thomas J. Sandrin, el fundador de WatchDNA, y juntos exploramos una amplia gama de marcas que están configurando el paisaje horológico actual. Y nuestra primera parada fue Shinola.
Marca nacida en Detroit en 2011, Shinola se erige como un estandarte moderno de la artesanía estadounidense. Con la misión de devolver la relojería a los Estados Unidos, han construido constantemente más que relojes: han construido una narrativa. Una cimentada en la calidad, la durabilidad y el orgullo de hacer las cosas bien.
Verano, en un reloj
Al entrar en el Shinola stand, dos relojes me llamaron la atención de inmediato. El primero fue el Canary Yellow Duck Sport—un reloj vibrante que prácticamente irradia sol. Entre su audaz esfera amarilla canario, construcción duradera y aire deportivo, es un reloj que no susurra el verano — lo grita. Ya sea junto al agua o simplemente buscando calor en la ciudad, este reloj trae el ambiente.
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Un tributo musical en azul medianoche
El segundo era más sutil, pero llevaba un peso mucho mayor que su esfera. El J Dilla Runwell Chronograph no es solo un reloj, es un tributo. Honrando a uno de los productores más influyentes de la historia del hip‑hop, esta pieza une el estilo característico de Shinola con una historia que resuena entre los amantes de la música y los conocedores culturales.
Aunque está agotado actualmente en el sitio web de Shinola, su presencia sigue hablando por sí misma. Los detalles grabados, la esfera azul medianoche, la conexión con el legado de J Dilla; esta pieza da en el clavo para quienes quieren llevar un poco de música con ellos.
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El monstruo luminiscente
Y luego estaba el Forged Carbon Monster. El nombre no exagera. Este reloj nos impresionó no solo por su estilo agresivo y robusto, sino por una luminiscencia extraordinaria que hace honor al nombre “monster”. Es una de esas piezas que no olvidas después de verla en la oscuridad — un gran ejemplo de estilo funcional ejecutado con intención.
Una conversación para recordar
Más allá de los relojes, también tuvimos la oportunidad de hablar con el equipo de Shinola. Desde sus operaciones en Detroit hasta colaboraciones que apoyan historias significativas, Shinola ha labrado un nicho leal de entusiastas que admiran no solo su estilo, sino también su sustancia.
En un mercado lleno de homenajes y repeticiones, Shinola destaca al abrazar la identidad. El pasado puede inspirar sus diseños, pero están innegablemente anclados en el presente, elaborados con propósito y hechos para durar. Y después de ver su colección en Vegas, es fácil entender por qué siguen resonando.
El tiempo es más que segundos que pasan. Es un catalizador de transformación. Mantente atento para más destacados del Couture Show, próximamente en WatchDNA.